Dormir no es solo descansar, es una necesidad biológica. Dormir mal causa estragos en la cognición, el estado de ánimo y el metabolismo. Sin embargo, muchos siguen subestimando su poder.
Las investigaciones demuestran que dormir bien mejora la memoria, regula las hormonas e incluso ayuda a la recuperación muscular. Por otro lado, la falta de sueño crónica aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes. Hay mucho en juego.
¿Qué influye en el sueño?
Múltiples factores: exposición a la luz, estrés, dieta y suplementos. La luz azul de las pantallas interrumpe la producción de melatonina. El estrés mantiene la mente acelerada. La cafeína permanece durante horas. Incluso el momento de hacer ejercicio es importante.
¿Pueden ayudar los suplementos?
Algunos, como el magnesio y la melatonina, son prometedores. Otros, como la raíz de valeriana o la glicina, pueden mejorar la relajación. Pero ninguna pastilla sustituye a una buena higiene del sueño.
¿Quieres dormir mejor?
Empieza con constancia: establece un horario. Baja las luces. Limita la cafeína. Optimiza tu entorno. Los pequeños cambios se suman para conseguir un descanso más profundo y reparador.